Descripción
Con tan solo veinte años y Silvia Griso ya es una actriz porno como la copa de un pino. Sin tapujos y una fiera, aunque como reconoce al principio del vídeo, aun no le da mucho al sexo anal, todo llegará.
Donde iban a grabar el vídeo, hay un vecino maduro bastante curioso, que tras entrar dos veces en la escena de la entrevista previa, el productor le dice de participar en el vídeo porno que van a grabar, eso sí, previo pago de una buena pasta, que Silvia Griso bien lo vale.
El tipo se lo monta para reunir esa cantidad de pasta y acabar grabando la escena porno con la veinteañera. Una escena muy bruta que sorprende incluso a la chica, que una vez acabada la escena y habiéndose corrido de placer, reconoce que “el viejo” como dice ella, le ha dado una lección.