Descripción
En la oficina hay trabajando una nueva secretaria que es mas puta que las gallinas y siempre viene vestida para calentar a todo el mundo, muy poca ropa. Pero esta vez se ha pasado de la ralla porque se ha puesto ante el jefe en ropa interior, con unas gafas de lo mas morbosas y poniendo cara de desesperación.
Poco tiempo después de haber calentado a este hombre la secretaria no duda en ni un solo momento en ponerse de rodillas para hacer algo que a todo hombre le bien le gusta, si amigos, habéis dado en el clavo, le hace una mamada descomunal mientras se quedan solos en la oficina, no hay nadie mas por lo que ella puede chupar todo lo que le de la gana, el aprovecha porque no es todo dejándose comer hasta las entrañas.
Luego una vez que esta preciosa ha saboreado todo su jugoso rabo se da la vuelva con una buena sonrisa para ponerse en la mesa a recibir una penetración de las buenas mientras que ella sin quitarse las gafas se baja la cremallera del escote para enseñar algo mas las tetas, luego el buen hombre se corre terminando ella contenta en todos los sentidos.
Ahora tras hacer todo esto se ha hecho una puta que hace de todo con tal de conseguir favores laborales como por ejemplo salir antes, o que un compañero le haga trabajo que ella no quiera hacer, pero claro, si quiere que un compañero le haga el trabajo ella se la tiene que comer como mínimo, un intercambio de favores se llama.
Ahora os voy a dejar con una escena de regalo extra relacionada con el relato.